Rutas
¿Tienes preparada la mochila? Nos vamos de ruta. Podemos caminar por históricas sendas romanas, por vías de ferrocarril o por senderos perdidos entre viñedos. Existe una ruta literaria y otra del agua. Y, por supuesto, no puede faltar una auténtica ruta de lagares.
Ruta del Agua
En busca de las lagunas
El viajero que opta por esta ruta tiene como objetivo llegar a una auténtica Reserva Natural. No se pueden perder la intensa vida animal que se concentra en esta zona.
- Dificultad de la ruta: Baja, apta para cualquier tipo de persona adulta o niño
- Distancia: 8,5km aproximadamente
- Tipo de ruta: Lineal
- Agua: No hay puntos de parada para abastecimiento
- Época recomendada: Primavera y otoño
La Laguna del Rincón está dentro del Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y cerca de ella encontramos la Laguna de Santiago, más conocida como “Laguna Chica”. Durante el recorrido también se pasa por el depósito que abastece de agua al pueblo. De ahí el nombre de la ruta.
El paseo comienza subiendo por la calle Alta para tomar después el camino de Casablanca. Pasamos por el depósito de agua y por el Lagar de Casablanca, seguimos recto hasta encontrar la Laguna de Santiago primero y la del Rincón después. El recorrido bordea ambos espacios naturales.
La vuelta al lugar de inicio la hacemos por una senda de chinos y gajorros que nos lleva a la antigua carretera que une Moriles y Aguilar de la Frontera (CO-760).
Buscamos agua, sí, pero es impensable hacer esta ruta sin parar en algunos de los antiguos cortijos y lagares en los que se elaboran los preciados caldos de Moriles.
Ruta de la Campana
De cortijos y capillas
Alguien tocaba la campana del cortijo y los fieles acudían a escuchar misa. Esta ruta recorre el camino en el que se encontraba esa hacienda con su capilla.
- Dificultad de la ruta: Media, apta para adultos y menores acompañados.
- Distancia: 12km aproximadamente
- Tipo de ruta: Circular
- Agua: En el paraje “El Perezón”
- Época recomendada: Primavera y otoño
Esta ruta transcurre por el camino de la Campana, que recibe su nombre de una hacienda en la que antiguamente se reunían los habitantes de los cortijos y fincas cercanas para acudir a misa. La campana del cortijo, situada en una pequeña capilla, servía como reclamo. El cortijo sigue existiendo y al camino le dan buen uso actualmente corredores y caminantes.
Muchos siglos antes, en época romana, ya había sido importante este entorno, pues los alrededores del cortijo sirvieron como almacén de cereal. Prueba de ello son los numerosos silos que se han encontrado.
El camino lo tomamos desde la avenida del Deporte y 500 metros más adelante, en el Cruce de Cuatro Caminos, cogemos el que se dirige a la izquierda. A 3,5 kilómetros y medio aproximadamente esta ruta enlaza con otra, la Ruta de Las Sendas Romanas, por la que podemos llegar a la Laguna del Rincón y la de Santiago. Una buena opción para hacer una parada es el área de descanso “El Perezón”.
Y, como en casi cualquier ruta que hagamos por Moriles, no faltarán los cortijos y bodegas (en este caso los bordeamos) que, junto con los aromas de matalahúva, nos evocan los encantos de este entorno rural, cuna del vino.
Ruta de Los Lagares
Templos con solera
En esta ruta pasearemos por los pagos de Moriles, un lugar especial dentro de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, de gran riqueza natural y paisajística. Allí se levantan los lagares, explotaciones de carácter agro-industrial en las que se realizan todas las actividades relacionadas con la elaboración del vino. Todos tienen su propia historia, a veces centenaria.
Nuestra ruta se inicia en la antigua estación de Moriles-Horcajo, en Las Navas del Selpillar (Lucena), hoy habilitada como Centro de Interpretación Enogastronómico Olivino. Estamos en la Vía Verde de la Subbética o del Aceite. Empezamos recorriendo unos 4 kilómetros en dirección Puente Genil hasta el cruce con el camino de la Mojonera. Lo tomamos hacia la derecha y afrontamos una pequeña subida entre viñedos y olivares. Antes de llegar al casco urbano de Moriles tenemos que hacer parada obligada para deleitarnos con las vistas que nos ofrecen los imponentes macizos de las Sierras Subbéticas cordobesas.
Al pueblo entramos por la calle San Antonio y seguimos por Juan Carlos I.
En la intersección con la calle Conde de Colomera giramos a la izquierda, recorremos la avenida completa.
A 600 metros encontramos el camino para llegar a los lagares: la CP-83 o antigua carretera de Aguilar, más conocida por los lugareños como Carretera de las Manillas.
Tras caminar 1 kilómetro llegamos al primer hito: el cruce con la Vereda de los Naranjos. Aquí tenemos dos opciones: visitar el “Merendero de la Marquesa” o seguir la ruta para llegar al Lagar de Santa Magdalena.
Se construyó a mediados del siglo XVlll y su propietaria era Magdalena Muñoz Cobo Burgos, Condesa de Colomera en 1912. En la actualidad es propiedad de su hija. La construcción es muy clásica: patio central, dependencias para el señorío y el servicio, el lagar de pisar con tolva de recepción, moledora, dos prensas horizontales, cuatro trujales, bodega de conos y de crianza.
Retomamos nuestro camino durante 200 metros para llegar al Lagar de Los Motivos. Aquí nació la famosa escritora morilense Paula Contreras. Ella tiene también su propia ruta.
Siguiendo, podremos contemplar (sólo desde el exterior) El Lagar del Melgar. Pertenece a la familia del Conde de Colomera desde el año 1912. Construido a mediados del siglo XVIII, la edificación está formada por un patio central, dependencias para el señorío y el servicio, lagareta con moledora, dos prensas horizontales, prensa hidráulica, cuatro trujales, bodegas de conos y de crianza.
Pensando ya en el “descanso del guerrero” llegamos, tras caminar apenas 300 metros, al último de los lagares. Es el de los Frailes y se levanta al fondo de un extenso viñedo. Esta imagen permanecerá en nuestra retina para siempre.
Ruta de la Memoria
Templos con solera
Una antigua posada, una bodega con conos cuadrados, un callejón de los muertos, mosquitos zapateros, una fuente vieja,… Con esta ruta hacemos memoria y descubrimos las peculiaridades históricas de Moriles.
La Plaza de la Constitución es el punto de encuentro para iniciar esta ruta. ¡No se pierdan su alfombra empedrada!
¿Estamos listos? ¿Sí? Pues emprendemos camino hacia la avenida de Andalucía para llegar a la parroquia de San Jerónimo, único templo del pueblo y hogar de la Virgen del Rosario, patrona de Moriles.
Nuestro siguiente hito guarda una bonita historia, la de José Gregorio García de Leaniz, vecino de Aguilar de la Frontera que donó toda su fortuna para construir y mantener las escuelas que llevan su nombre.
Continuamos nuestro memorial girando a la izquierda por la calle Alcalde Jiménez Jimena y bajando por la calle Veintiocho de Febrero. Allí, justo en la esquina, vemos una casa peculiar por dos motivos: su antigüedad y su forma curvada.
Seguimos cuesta abajo por la calle Juan Carlos I, más conocida como la calle de Los Pozos. ¿Por qué? Porque es rica en aguas subterráneas y se ha comprobado la existencia de pozos en cada casa. Al parecer, además, tal cantidad de agua atraía una gran cantidad de mosquitos denominados Zapateros y algunos historiadores ven aquí la razón del nombre de la antigua Aldea de Zapateros, origen del municipio.
Al fondo y girando a la izquierda se nos abre la calle Alameda y, con ella, otro de los hitos importantes de la ruta: la Plaza de la Fuente Vieja. Antiguamente, esta fuente abastecía de agua a las bestias y a los lugareños y fue motivo de disputa entre territorios.
Llena de historia está también la calle José Ruiz Canela hacia la que nos dirigimos ahora, pues es una de las dieciséis que estuvieron en el pueblo original.
A la derecha, justo detrás de la plaza de Abastos, vemos una casa de fachada aparentemente normal pero que guarda en su interior uno de los rincones más emblemáticos: una antigua posada. Hace 400 años fue lagar y perteneció al Marqués de Senda Blanca. Los siguientes propietarios la convirtieron en posada y así se mantuvo hasta finales de los años 70. Se conservan intactas cuatro habitaciones, las cuadras del patio y una cruz. En su interior hay una pequeña bodega con unos conos que tienen una curiosa forma cuadrada para aprovechar mejor el espacio.
Salimos de la posada y de nuevo por la avenida de Andalucía pasamos por el Callejón de los Muertos, llamado así por los lugareños porque tanto el antiguo cementerio como la antigua iglesia se ubicaban en esta zona.
Estamos llegando al final pero no podemos pasar de largo por el Llano de la Posada. Se encontraron aquí restos de otra posada de la que ya no queda rastro pero los vecinos decidieron mantener su esencia convirtiéndolo en lugar de encuentro y charla.
Y, para las celebraciones, la Plaza de la Constitución. Aquí hemos empezado y aquí finalizamos esta ruta llena de historia.
Ruta de Paula Contreras
Los paisajes de Moriles en la Literatura
Este paseo rinde homenaje a Paula Contreras, maestra y escritora morilense que retrató en muchas de sus obras los paisajes y personajes de estas tierras con el cariño de quien no desea olvidar nunca sus orígenes.
La ruta propuesta es circular y ofrece múltiples posibilidades de completar el recorrido con visitas a lugares señalados en su biografía, como la Laguna del Rincón o el Lagar de los Motivos, lugar en el que nació.
Iniciamos la marca en la Plaza de la Constitución, frente a la casa en la que Paula Contreras pasó gran parte de su infancia. Abandonamos el pueblo por el trazado de la carretera A-3132 tras un breve recorrido urbano por la avenida de Andalucía y la calle Veintiocho de Febrero.
Prácticamente desde que salimos nos deslumbra la tierra blanca, surcada por viñedos y olivares, que constituirán una constante en el paisaje durante todo el recorrido y también en la obra de nuestra protagonista.
Las colinas blancas se salpican del resplandor encalado de multitud de cortijos y lagares que también tienen un papel importante en las historias que Paula nos legó.
Pasado el kilómetro 1 se añade el aliciente de poder visitar el Centro de la Cultura del Vino, incluido en la Ruta del Vino Montilla-Moriles. Está cerca del Lagar El Monte.
La ruta continúa por la Vereda de Los Naranjos y pasa junto al lagar del mismo nombre. Originario del siglo XVI, ha visto trabajar a cuatro generaciones.
Volvemos al pueblo desde las proximidades del Lagar de Santa Magdalena y el Merendero de la Condesa, en el cruce con el camino provincial CP-83.
En el kilómetro 4 de la ruta el camino conecta con la carretera CO-6222, para volver a dirigirnos de nuevo al casco urbano por la calle Conde de Colomera.
Buen momento para sentarse a disfrutar de un buen vino a modo de recompensa o tal vez, empezar a leer alguna de las obras de nuestra autora.
Su primera novela, El brujo del tiempo, se publicó por fascículos en la revista Madrigal de Puerto Real en los inicios de los años cincuenta. Comienza aquí su etapa literaria más próspera, con títulos como El Majuelo (1952), Historias de un pueblo sin historia (seleccionada entre las finalistas del Premio Nadal en 1954) o La Chavala (1962). Escribe más adelante recopilaciones de sus cuentos (Cuentos, 1993 y Cuentos 2, 1996) y completa la trilogía sobre Moriles con Laguna Grande (1992) y Moriles, trazos de su historia (1995). La botica de la Calle de la Plaza fue su última novela.
Ruta de las Sendas Romanas
Cruce de caminos
En esta ruta buscamos los vestigios de dos importantes vías de época romana. Y lo hacemos recorriendo caminos enmarcados por olivos y viñedos, antiguos cortijos y edificaciones que recuerdan las raíces vitivinícolas de esta localidad.
- Dificultad de la ruta: Media, apta para adultos y menores acompañados.
- Distancia: 16km aproximadamente
- Tipo de ruta: Circular
- Agua: En el paraje “El Perezón”
- Época recomendada: Primavera y otoño
Nuestro paseo parte del centro de Moriles, por la avenida del Deporte. Llegamos al cruce de los Cuatro Caminos, seguimos recto por el camino del Cerro Moril y nos desviamos para tomar el camino del Grajo. La ruta atraviesa el parque de “El Perezón”, lugar destinado a la celebración de la romería de Moriles y del vecino pueblo de Monturque. Para nosotros, ahora, es un lugar ideal en el que descansar durante el recorrido y reponer fuerzas en plena naturaleza.
A la de tres nos levantamos y continuamos hacia un lugar en el que, según apuntan todas las investigaciones, había una confluencia de dos importantes vías romanas. Por un lado, la vía Corduba – Anticaria, que unía Córdoba con Málaga, y por otro la vía Auringis-Astigi, que servía de nexo entre Jaén y Écija. Una de ellas transcurre por el mismo sendero que los caminantes seguirán hasta llegar a la Laguna del Rincón.
Una vez que hayamos contemplado este enclave natural en todo su esplendor, podemos volver al pueblo por un camino llamado “La Senda de La Pacheca”.
Ruta de la Vía Verde del Aceite
Templos con solera
En Andalucía existen veinticinco vías verdes, con una longitud total de 500 kilómetros. La más larga, de 128, es la Vía Verde del Aceite. Discurre por las provincias de Jaén y Córdoba, sobre la desaparecida línea de ferrocarril Puente Genil-Linares. Por allí circulaba el famoso “Tren del Aceite”. Lo mejor de todo es que esta ruta pasa por Moriles.
A su paso por Moriles, esta ruta lineal recorre una distancia de 7,3 kilómetros, con una duración de 2 horas y 15 minutos a pie. Su dificultad es baja y es posible realizarla durante todo el año, ya sea a pie, en bicicleta o a caballo.
Partiendo de la intersección entre Juan Carlos I y la avenida Conde de Colomera, tomamos la calle Juan Carlos I, conocida también como la calle de los Pozos.
Llegamos hasta la calle San Antonio y, entre viñedos y olivares, abandonamos el casco urbano.
Aproximadamente en el kilómetro y medio de la ruta, deleitarán nuestros sentidos unas vistas envidiables de los imponentes macizos que conforman las Sierras Subbéticas cordobesas. Después recorreremos el camino de la Mojonera durante unos tres kilómetros. Como curiosidad les diremos que este camino sirve de línea divisoria entre los términos municipales de Moriles y Lucena.
Al llegar al cruce con la Vía Verde de la Subbética encontramos un merendero y una zona de esparcimiento.
Tras el descanso continuamos en dirección a Las Navas del Selpillar (Lucena), donde se encuentra la antigua estación de Moriles–Horcajo, hoy habilitado como Centro de Interpretación Enogastronómico Olivino.
Es el final de nuestra ruta, una ruta fácil y accesible para personas de cualquier edad y capacidad física.
Las vías verdes nos permiten disfrutar de un turismo activo y sostenible, visitando sin prisas los paisajes, monumentos e hitos culturales que las rodean.
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