Historia

El sueño comienza en una fuente de cuatro caños, la fuente de Zapateros, durante mucho tiempo objeto de litigio entre los señoríos de Aguilar y Lucena, encrucijada de caminos, lugar de parada para combatientes castellanos y musulmanes…

Y Zapateros se llamaba también el pago que unió hace tres siglos a trece lagares que dieron lugar a una localidad con denominación de origen. En torno a él se creó toda una cultura con un sello de calidad que atrae sin remedio a los amantes del enoturismo.

He dado vida a un pueblo; he creado dentro de mi provincia un municipio; he emancipado de una dependencia histórica a un grupo de familias otorgándoles la soberana facultad de gobernarse por sí mismas; he suprimido el nombre antiestético y ramplón de Zapateros por el de Moriles que es el que llevan los riquísimos vinos de aquella comarca, y he cumplido, en fin, en la forma que acostumbro, un ofrecimiento«.

Así de orgulloso se mostraba el diputado a Cortes Don José Fernández Jiménez al terminar el largo proceso de creación del pueblo de Moriles, un proceso que él inició un día de octubre de 1908. Le invitaron a un banquete en Aguilar de la Frontera y allí dijo públicamente que quería que la aldea de Zapateros fuera un municipio independiente.

Moriles no siempre se llamó así. En su origen era Zapateros, un pequeño lugar con trece lagares y algunas casas de campo diseminadas. Apenas vivían allí cuarenta vecinos, la mayoría de ellos jornaleros dedicados a la vid.

Moriles es un pueblo relativamente joven, ya que el 18 de junio de 2012 cumplió sus cien años de vida. El sueño del diputado se materializó en forma de proyecto formal que se presentó a estudio en las cortes en el año 1910. Fue aprobado dos años después. El 1 de enero de 1913 se constituía el primer ayuntamiento de un municipio que adoptó el nombre de unos pagos existentes en las proximidades de la aldea, ya famosos por la calidad de sus vinos: Moriles Altos y Moriles Bajos.

Y es que el origen, la historia y la esencia de este pueblo no se entiende sin el fruto de sus viñedos.

¿Quieres soñar? ¿Vivir de verdad el vino?

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